Carlos Ascues: un defensor central de los de antes

Foto: libero.pe




Carlos Ascues nos ha acostumbrado a verlo salir desde el centro del área tocando el balón a ras del césped, respeta los fundamentos de su fútbol. Y aunque la impaciencia que habita en las graderías de estos tiempos le pediría que rechace el balón de un puntazo y que no arriesgue, los hinchas peruanos lo aplauden y reconocen que su estilo de juego se acerca al de nuestros jugadores de antaño.

El pase corto, la asociación, la elaboración de juego, la construcción de fútbol. Esos mismos hinchas (pensantes, que los hay), aún viendo a la blanquirroja sufrir a la orilla de ese bendito quinto puesto de cada Clasificatoria, les piden a los jugadores no solo buenos resultados sino que ante todo, se juegue con una idea identificable y que sea reconocible en el campo. En suma, que se juegue bien al fútbol.

Ascues no solo juega bien, ante los medios también declara bien. Lo hace con una tranquilidad que es capaz de desesperar a los sensacionalistas de los títulos, esos que endiosan y entierran a algún técnico o jugador de un día para otro, esos que lucran con las expectativas de la gente. Hasta hoy no se le vio desubicado ante un micrófono. No queda mal parado. Su personalidad muestra el aplomo que corresponde a un defensor central con madurez, pero Ascues tiene 23 años (dentro de la cultura futbolera del Perú, aún un jovencito) y recién desde hace cinco meses juega con regularidad en esa posición. Durante el primer semestre de este año, Carlos Ascues jugó de mediocampista central en Melgar: como un volante de técnica pulida, fino en la entrega de balón, con lectura de juego y con licencia para trasladar en vertical y romper líneas rivales. Sin embargo, Ricardo Gareca lo reubicó como defensor central para la participación de la Selección de Perú en la Copa América. Aunque el puesto era familiar para él, en divisiones menores de Alianza Lima ya había jugado en esa posición, incluso de lateral. Su actuación sobresaliente en Chile 2015, donde hizo pareja en la zaga peruana con Carlos Zambrano, quien milita en el Eintracht Frankfurt alemán, le valió ser contratado por el Wolfsburgo, protagonista de la Bundesliga.

Su partida a Alemania no solo le cambió la vida, sino también el apodo, ahora es “El Patrón”. Un poco apresurado, quizás. Y aunque aún no debutó con Los Lobos, el mismo Ascues refirió que primero debía alinearse físicamente al resto de sus compañeros, no se desespera. Aguarda con tranquilidad el momento de su debut. Sabe que lo van a esperar y que cualquiera de estos fines de semana se empezará a mostrar como defensor central por la izquierda, será por eso que el utilero del club le reservó la camiseta número 6.

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