El amo de los penales

                                                                                       Foto: taringa.net

Un futbolista a la medianoche, normalmente, ya está en cama. Pero a esa hora, Sergio Goycochea tiene una cita con su entrenador y no tiene idea para qué. Ahora “Goyco” está en el centro de una plaza rodeado por cinco automóviles que lo apuntan con sus faros encendidos. Apenas puede distinguir a su entrenador y a las siluetas de cinco tipos. La imagen se parece más a la escena de una película de mafiosos que a una reunión de futbolistas. Goycochea ya se puso ansioso, no se aguanta más: “Carlos, ¿para qué hacemos esto?”. “Para ver si sabes atajar de noche”, le responde Carlos Bilardo, su entrenador. Podría decirse que esa fue su bienvenida al seleccionado argentino, el que se preparaba para defender el título de campeón en el mundial a jugarse en Italia en 1990.

Goycochea fue llamado a la selección de su país como tercer arquero, detrás de Luis Islas y del titular y campeón del mundo en el '86, Nery Pumpido. Los arqueros suplentes en un mundial, normalmente terminan siendo espectadores privilegiados desde su lugar en la banca. Son los que menos chances tienen de ingresar, y “Goyco”, como tercer arquero, parecía no tener ninguna esperanza. Sin embargo, su suerte empezaría a cambiar cuando "El loco” Islas, segundo en el puesto, renunció a la selección porque no toleraba ser suplente. Goycochea tomó su lugar.

Argentina debutó en el partido inaugural de Italia '90 por ser el último campeón del mundo, pero sufrió un revés al caer por 1 a 0 contra la selección de Camerún. La derrota afectó tanto al equipo que Bilardo le dijo a sus dirigidos: “Muchachos, o llegamos a la final o mejor que se caiga el avión cuando volvamos para la Argentina”. Si bien los ánimos mejoraron para afrontar el segundo encuentro ante la Unión Soviética, en pleno partido contra los rusos se sufre de una baja impensada: el arquero Pumpido se rompe la tibia y el peroné de la pierna derecha como consecuencia del choque con un compañero. Sale Pumpido, entra Goycochea. A pesar del shock general por la lesión, Argentina derrota a la Unión Soviética por 2 a 0 con goles de Troglio y Burruchaga. Parecía que el destino le tenía deparado un lugar especial a “Goyco”, quien se encontró prematuramente con el titularato.

En el tercer y último partido del grupo, Argentina volvió a sufrir más de la cuenta ante Rumania y consiguió un empate que apenas le valió para clasificar a la siguiente ronda como tercera en un grupo de cuatro. En octavos de final enfrentarían a Brasil, en un partido en el que los brasileños, como expresión futbolística, fueron muy superiores en todo momento, pero no lograron traducir su rendimiento en goles. Los tiros en los postes y la actuación de Sergio Goycochea fueron determinantes para que Argentina mantuviera el cero en su arco. Fue la primera gran actuación de “Goyco” bajo los tres palos de su selección. En ese partido, Claudio Caniggia marcó el gol del triunfo para los argentinos.

En cuartos de final, Argentina eliminó a Yugoslavia, en un partido que marcaría el inicio de la leyenda de Sergio Goycochea: la tanda de penales señalaba un empate parcial de 2 a 2. Maradona falla el tercer penal. “No te preocupes Diego, ahora atajo dos penales y clasificamos”. Goycochea le ataja el penal a Brnović. El argentino Dezotti pone arriba a los argentinos 3 a 2 y todo dependía ahora de las manos de “Goyco”, quien volvió a atajar, esta vez a Hadžibegić, para sellar la clasificación de Argentina. En semifinales eliminaría a Italia y clasificaría, una vez más vez, por la vía de los penales. Nuevamente “Goyco” desviaría dos disparos, a Donadoni y Serena. A esas alturas del torneo, con Argentina clasificada para la final, Sergio ya era la figura del equipo.

La final contra Alemania Federal, cosas del destino, se definió también con un penal cobrado cuando faltaban cinco minutos para que se termine el partido. Andreas Brehme ejecutó a la mano derecha de Goycochea, quien a pesar de adivinar la trayectoria del balón, esta vez no logró detenerlo. Argentina sería minutos después sub-campeona del mundo. Le arrancaron la Copa de las manos, como diría Diego Armando Maradona en el inicio del torneo. La era Carlos Salvador Bilardo al frente de la selección se terminaba, pero la era Goycochea con la camiseta argentina nos regalaría más capítulos de definiciones y penales.

Un año más tarde, Argentina se consagraría campeona en la Copa América organizada por Chile en 1991, con Sergio Goycochea como arquero titular. Al año siguiente, con Goyco siempre bajo los tres palos, la escuadra albiceleste se coronaría campeona de la primera edición de la Copa Confederaciones de la FIFA, torneo que se jugó en Arabia Saudita bajo el nombre de Copa Rey Fahd. Un año más tarde, la selección Argentina, campeona de América, enfrentó a Dinamarca, campeona de Europa, por la Copa Artemio Franchi. El título se definió por la vía de los penales y Argentina superó a los daneses con dos atajadas de “Goyco”. Ese mismo año, en los cuartos de final de la Copa América de Ecuador 93, Argentina definió la clasificación con Brasil por la vía de los penales. El sexto tiro de los brasileños, ejecutado por Boiadeiro fue desviado por Goycochea. Luego Borelli anotó el sexto gol de penal para los argentinos logrando la clasificación. En semifinales contra Colombia, Argentina alcanzaría la victoria por la vía de los penales. Nuevamente Goyochea atajaría el último penal de los colombianos ejecutado por Aristizabal. “Goyco” tuvo una gran actuación y fue elegido como la figura de ese partido. En la final, Argentina derrotaría a México por 2 a 1 y se consagraría campeón de la Copa América por segunda vez consecutiva. Sergio Goycochea fue reconocido como el mejor portero y como el mejor jugador del campeonato.

La eliminatoria para el mundial de Estados Unidos ’94 fue el último torneo donde Goycochea sería titular en el arco argentino. En la última fecha de aquel torneo, sería goleada por 5 a O a manos de la selección de Colombia, dirigida por el “Pacho” Maturana. Fue un golpe durísimo, sobre todo para el arquero. Argentina tuvo que superar en el repechaje a Australia para poder estar presente en el mundial. Si bien en todo el proceso Goycochea había sido titular, Luis “El loco” Islas, de vuelta en el seleccionado, sería quien ataje en el mundial. “Goyco” no volvería más al titularato.

El tiempo de Goycochea en la selección llegaba a su fin, pero aún tendría tiempo para agrandar su fama de “cazapenales”. En Guayaquil, cuando “Goyco” defendía el arco de Cerro Porteño de Paraguay, llegó a atajar cuatro penales en una definición donde sus compañeros fallaron todos sus remates. Jugando para el Olimpia, también de Paraguay, en un partido contra Colo Colo, fue capaz de atajar tres penales en una definición desde los doce pasos. Y en su paso por el Inter de Brasil se dio el gusto de atajarle un penal a Romario en el Maracaná.

El 14 de setiembre de 1997, con un Goycochea ya cerca del retiro, defendiendo la casaquilla de Newell’s Old Boys y una vez más con la pena máximo como contexto, esta vez se le paró al frente su amigo y ex compañero de selección, Diego Armando Maradona. Penal para Boca Juniors. “Goyco” se lanza sobre su derecha, pero Diego, que ya lo conocía, la toca a su izquierda. Gol de Boca. Maradona no tuvo reparos en salir a la carrera a gritar el gol y festejar con sus compañeros y con la gente que sacaba medio cuerpo afuera de los palcos. Tampoco tuvo reparos cuando años más tarde, en su programa de televisión “La noche del 10”, presentó a su viejo amigo como “el mejor atajador de penales en la historia del fútbol”.

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